Para quien se acerque por primera vez a la Didáctica de una manera sistemática vamos a dar algunas breves indicaciones. El lector comprobará que muchas cosas le resultan familiares. Quien más, quien menos, ha pasado los mejores años de su vida o, al menos los años con menos preocupaciones, en aulas infantiles, primarias y secundarias. Todo el quehacer de estos años, así como la labor humana,
técnica y profesional de maestros y profesores, estaba basado en la Didáctica. Esta es una idea bastante sencilla para aproximarnos a nuestro objeto de estudio: si estimulamos nuestro recuerdo podemos rememorar centenares de situaciones didácticas que hemos vivido. Por eso hemos dicho que la Didáctica nos debe resultar familiar, aun sin haberla estudiado todavía. Después de esta iniciación deberíamos estar en situación de comprender mucho mejor unos procesos que tienen lugar constantemente cuando alguien aprende y alguien enseña. Sorprendentemente, la Didáctica no se agota en las aulas escolares, ni siquiera en las situaciones formales de enseñanza. Hay formación y por tanto posibilidad de estudio didáctico siempre que haya alguien en proceso de aprender algo: desde los aprendices de un oficio manual, hasta el que se inicia en un arte, un deporte, una técnica, un
programa de informática, etc. Por esta razón, es recomendable iniciar sin prejuicios ni ideas preconcebidas el estudio de la Didáctica. Recordar las situaciones en las que hemos estado aprendiendo –como esta misma situación actual- y al mismo tiempo, tener la mente abierta a otras posibilidades distintas: aprendizaje adulto,
autoaprendizaje, enseñanza a distancia, aprendizaje en grupo, en contextos menos formales, etc.
· Introducir en el discurso didáctico a partir de la comprensión de la terminología
básica, específica y propia así como de los conceptos referentes a los problemas
fundamentales de esta disciplina.
· Comprender el concepto, saber definir la Didáctica y reconocer las situaciones en
las que sus conocimientos pueden ser útiles.
· Reconocer las finalidades más importantes de la Didáctica: para qué puede servir, a
qué se puede aplicar.
· Situar a la Didáctica en el marco de las Ciencias de la Educación distinguiendo su
objeto de estudio.
· Distinguir los elementos que intervienen en el acto didáctico como unidad del
proceso de enseñanza-aprendizaje.
· Comprender el papel del docente y el del discente en el proceso de enseñanza -
aprendizaje.
· Diferenciar los ámbitos de intervención didáctica formales y no formales.
1. ¿CUAL ES EL CONCEPTO DE DIDACTICA?
Después de ver el origen
etimológico y el uso por parte de los autores desde Ratke y
Comenio, se impone llegar a una definición precisa. Todos los que han escrito de obras
de Didáctica han aportado la suya estableciendo variaciones a las de los demás. Pero
con un elevado de nivel de coincidencia, como no podía ser de otro modo.
Estebaranz (1994, 41) Sáenz Barrio (1994, 14) y Ruiz (1996, 25) presentan un completo
análisis de las definiciones de muchos autores con el fin de hallar los elementos
comunes a todas ellas. Algo así había hecho en otro momento Benedito (1987, 34) igual
que hiciera antaño Rufino Blanco con el concepto de educación. Recogiendo sus
resultados, llegamos a las siguientes conclusiones:
2.¿CUAL ES LA UBICACIÓN CIENTÍFICA?
Las ciencias de la educación son ciencias humanas y, como tales, no tienen las mismas
conocimientos que constituyen ciencias borrosas, inacabadas y poco formalizadas. La
misma intervención en los procesos de enseñanza-aprendizaje que propugna la
Didáctica consigue transformar los fenómenos que estudia. Por imperativos éticos no se
puede dejar de intervenir en multitud de ocasiones. Los fenómenos educativos, por otra
parte, están sujetos a variables menos conocidas o poco controlables. Variables que no
siempre dependen del investigador que trata de descifrarlas.
Clasificación y lugar de la Didáctica
Existen variadas clasificaciones de las ciencias de la educación. El grado de
coincidencia entre todas es notable, aun cuando difieran en los criterios. Un enfoque
sistemático y taxonómico llevado a las últimas consecuencias no sería demasiado
necesario para nuestros fines. Nos bastará con señalar nuestro marco. No nos interesa
perder de vista que el objetivo es destacar la presencia de la Didáctica como campo del
saber pedagógico con sus variados enfoques.

misma realidad que estudia. Y el segundo se refiere al enfoque o perspectiva desde la
cual se contempla el objeto material. El objeto material de la Didáctica es el estudio del
proceso de enseñanza-aprendizaje. Y su objeto formal consiste en la prescripción de
métodos y estrategias eficaces para desarrollar el proceso mencionado.
Muchos autores consideran que el objeto de la Didáctica es –simplemente– la enseñanza
o bien, como objeto formal, la instrucción educativa (Oliva, 1996, 58). En algunos
casos, a ello añaden otros elementos, como Benedito (1987, 10), quien apunta también
como el contenido semántico que es objeto de la Didáctica:
· la enseñanza,
· el aprendizaje,
· la instrucción,
· la comunicación de conocimientos,
· el sistema de comunicación,
· los procesos de enseñanza-aprendizaje.
Para Ferrández (1981, 68) el objeto formal de la Didáctica es “la actividad docentediscente
con los métodos adecuados”. Otra manera de denominar el proceso
comunicativo, bidireccional que tiene lugar en cada acto didáctico. O, dicho de otro
modo: el proceso de enseñanza-aprendizaje que acontece cuando están en relación un
docente y un discente (o más de uno) en la que el primero selecciona y utiliza diversos
procedimientos, métodos o estrategias para ayudar a conseguir el aprendizaje del
segundo.
Zabalza (1990, 139) considera el amplio campo conceptual y operativo del que debe
ocuparse la Didáctica y se refiere a un conjunto de situaciones problemáticas que
requieren la posesión de la información suficiente para la adecuada toma de decisiones.
Cita los siguientes problemas:
· la enseñanza, como concepto clave,
· la planificación y el desarrollo curricular,
· el análisis en profundidad de los procesos de aprendizaje,
· el diseño, seguimiento y control de innovaciones,
· el diseño y desarrollo de medios en el marco de las nuevas tecnologías
educativas,
· el proceso de formación y desarrollo del profesorado,
· programas especiales de instrucción.
Evidentemente, esta lista es bastante más exhaustiva que las anteriores. Pero es porque
ha llegado a un grado mayor de concreción y especificación práctica de la realidad, lo
cual nos muestra la variada gama de actividades y problemas de los que se ocupa la
Didáctica y en los cuales estos conocimientos son útiles y aplicables. En el fondo, si
llegamos a un grado mayor de abstracción y generalización, podemos ver que se trata de
procesos de enseñanza-aprendizaje en su sentido más amplio.
Si la Didáctica es la ciencia que tiene por objeto el estudio del proceso de enseñanzaaprendizaje,
como decíamos antes, éste será su objeto principal. Pero no sólo de estudio,
sino también su ámbito de actividad práctica
La Didáctica presenta una doble finalidad, tal como han puesto de manifiesto la mayoría
de los autores, especialmente Zabalza (1990, 54), Bolívar (1995, 110) o Uljens (1997,
112). La primera finalidad, como ciencia descriptivo-explicativa, representa una
dimensión teórica. La segunda, como ciencia normativa, es su aspecto práctico aplicado
y consiste en la elaboración de propuestas para la acción. Quedó claro en el apartado
correspondiente que no es posible separar ambas dimensiones. La teoría y la práctica se
necesitan mutuamente en el caso de la Didáctica. Sería inimaginable la una sin la otra.
1 Finalidad teórica
Como todas las ciencias, trata de adquirir y aumentar el conocimiento cierto, aquello
que sabemos sobre su objeto de estudio, que es el proceso de enseñanza-aprendizaje.
Trata de describirlo mejor y de explicarlo e incluso interpretarlo. Para la descripción, es
preciso acercarse sin prejuicios al objeto de estudio, mezclarse con él, verlo de cerca y
obtener sobre el mismo diferentes puntos de vista. Para la interpretación, sin embargo,
también habrá que distanciarse, reflexionar sobre las causas de los hechos y tratar de
establecer, cuando se pueda, generalizaciones, aunque esto último no es nada fácil.
Decir cómo se constituye y cómo debería ser analizado el proceso didáctico no es lo
mismo que decir qué finalidades tiene la enseñanza. Tampoco equivale a decir de qué
manera debería llevarse a término el proceso de enseñanza-aprendizaje. La descripción
ni proporciona finalidades educativas, ni sugiere qué métodos deben usarse. Ésta será la
finalidad práctica que veremos a continuación.
2 Finalidad práctica
Regular, dirigir en la práctica el proceso de enseñanza-aprendizaje es la otra finalidad.
Se trata de elaborar propuestas de acción, intervenir para transformar la realidad. Es una
dimensión eminentemente práctica y normativa. Lo cual no quiere decir que las
decisiones no deban estar fundamentadas en criterios científicos, sino más bien que las
propuestas para la acción deben ser realistas y adaptadas a cada situación determinada,
posiblemente irrepetible.
Se trata de intervenir para dirigir procesos, mejorar condiciones de aprendizaje,
solucionar problemas, obtener la formación, la instrucción formativa en la línea de
conseguir la educación global, el desarrollo de facultades